domingo, agosto 02, 2009

Doscientas, la pucha. (200ma. Semana)

Buenas!

Cómo andan las cosillas? Por acá, de todo un poco. Una mezcla de sentimientos encontrados por la porquería que suelen ser las últimas semanas de julio pero, en fin, así es la vida.

La semana laboral pasó tranquila. Sólo haciendo los últimos retoques para la tesis que entregaré mañana o pasado. Ahí veremos qué pasa. En cuanto al resto, algunas cosas siguen igual, otras mejoraron mucho.

Al parecer, tengo departamento en Apeldoorn. Lo fui a ver en la semana y es muy bonito. Me hacen alquilarlo desde agosto por más que no me vaya a mudar hasta mediados de septiembre, pero en Holanda lo de conseguir casas no sale fácil y menos una que te guste tanto como me gustó esta, así que ahorraremos luego para recuperar la inversión. Mañana tengo que mandar un papel más y ahí estamos. Creo que todo quedará cerrado el miércoles, que recibiré las llaves de un departamento que no volveré a ver hasta septiembre.

Durante la semana me fui a cortar el pelo y vi un negocio de electrodomésticos que por cerrar tiene todo a 40% de descuento. Conclusión: me compré la heladera. En cuanto organice la mudanza, la hago mudar con el resto y listo. La entregan mañana a la tarde.

El jueves se recibió un amigo español que recibió su título de master y a la noche, para festejar, fuimos todos a cenar a la casa nueva que tienen Can y Laura. Está muy buena! Después salimos un poco por el centro. Además, el miércoles hubo de nuevo volley.

El finde se caracterizó por un par de asados. El viernes a la noche Gert, Can, Laura y yo hicimos uno acá porque los chicos se fueron ayer a la mañana a Estambul y no los veo hasta que vuelvo a Enscehde después de Argentina, el 31 de agosto y ahí se vienen las mudanzas! El sábado hubo otro asado que organizaron Katja, Maik y Christoph para Gert y para mí para agradecernos toda la ayuda durante la visita a Argentina. Paco, resultaste un maestro extraordinario porque Christoph aprendió a la perfección. Se mandó unos bifes de un par de centímetros de ancho que, considerando la calidad de la carne local, estaban geniales. Por el otro costado, Katja hizo empanadas y todo anduvo acompañado de buenos vinos argentinos. Una maravilla.

Además, el finde anduvimos comprando los últimos regalitos para meter en la valija... casi, casi no tenemos lugar para ropa!

De TNO todavía no escuché nada y a decir verdad, me pone un poquito nervioso. Espero saber algo antes del miércoles. Sobre todo, porque todavía no me dijeron quién tramita el permiso de residencia y odiaría enterarme el miércoles que lo tengo que hacer yo.

Esto es todo por ahora. Los mantengo al tanto! Nos vemos el viernes :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

te amo, mamá