domingo, mayo 18, 2008

Mi tercera presentación (136ta. Semana)

Bueeeeenas!

Cómo anda todo?

Por acá abundan las novedades.

El lunes fue un lindo feriado de relax total. Todavía estaba en Maastricht y fuimos a ver muestras de pinturas. Parece que ya que terminamos con las alacenas, seguiremos con una pared... Ya contaré. Por lo pronto, las alacenas quedaron bien.

La semana de trabajo fue más bien estándar. Retomé el gimnasio el miércoles y las lecciones de manejo el martes. Dos la semana que pasó, dos esta, dos la que viene y doy el examen el 29. Ya empecé a tener pesadillas al respecto... BU!

El viernes me tocó dar mi tercera presentación. Les recuerdo, por las dudas. Todos los viernes, otra persona de mi grupo da una presentación para contar en qué anda. Está bueno porque no sólo sirve para intercambiar ideas y recibir sugerencias, sino que además nos entrena en dar presentaciones. La verdad es que me fue muy bien. Por primera vez, el jefe de mi jefe estaba ahí. Le gustó mucho el trabajo que hice. Me dijo que sobre este tema en particular seguro saldrá un paper. Si agrego un par de medidas más, saldría otro y para una revista muy prestigiosa. No me quiero adelantar, pues estas medidas extra las tengo que hacer en colaboración con otro grupo y no sé qué va a pasar con eso. Lo mejor del caso es que todo el esfuerzo que vengo poniendo en el trabajo ha sido por fin reconocido. El jefe de mi jefe está contento y activando con mi laburo. Eso es muy bueno!

La presentación la empecé a preparar el martes. El jueves se me vencía el plazo para registrarme para una conferencia de dos días y no llegué por dejar la presentación lista para el viernes. Por suerte, al final de mi presentación se anunció que los plazos se habían extendido. Resultado: septiembre, dos días, Berlín. Ya anduve por Berlín y aunque tenga tiempo sólo para ver muy poco, no me importa: vale mucho la pena.

Al terminar el día de laburo me subí al tren y a las dos horas me encontré con Gert y fuimos a lo de su ma cerca de Rotterdam, a festejar atrasado el día de la madre (Gert estaba de guardia el fin de semana pasado y no podía dejar Maastricht). El sábado nos encontramos con una amiga de Gert en La Haya para ir a caminar y ver cosas. Estuvo muy bueno. Después nos encontramos a cenar con su novio que acababa de llegar de un viaje de negocios por Japón.

Hoy, para seguir con los festejos del día de la madre, nos fuimos a almorzar con el padre de Gert y su novia y la abuela paterna de Gert. Comimos mucho y rico. Después me subí al tren, que se demoró mucho y llegué a casa.

En el viaje de ida en tren, como hoy en el de vuelta, anduve leyendo La Sombra del Viento (Carlos Ruiz Zafón). ¿Qué puedo decir? Agradezco que se haya demorado el tren, así tuve más tiempo para seguir leyendo. No lo puedo largar! La historia me tiene agarrado y hasta los pequeños matices en catalán, que consigo entender gracias a la enseñanza de Miriam, sirven para meterme más y más en la historia. Gracias por dejármelo, ma! (En la semana me leí Historias de Cronopios y de Famas, otra maravilla)

Me voy a dormir (pero antes me leo otro tanto, je). Buena semana!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones.
Me alegro que andes con la cabeza metida en los libros y no en la boca de un cocodrilo como la semana pasada, jajaj
te adoro Mama

Anónimo dijo...

Bala disfruta cada minuto con Gert y en lo que hagas despues vienen y te bajan de un plumazo asi que disfruta tu vida y vivila minuto a minuto cagandote en lo que digan los demas
Yo