Septiembre...! (48va. Semana)

Buenas.

Ha comenzado el último mes de mi primer año acá y aunque no se presente con buenos augurios, se despedirá conmigo allá... es decir: es malo, pero no tanto... o sí, depende de quién lo mire, supongo.

La semana ha sido definitivamente irrelevante en cuando a lo laboral se refiere: acondicionar computadoras, probar programas... ningún trabajo de verdad.

Sólo puedo comentar que ayer me corté el pelo (fotos, proximamente) y me compré zapatillas (supongo que las verán en vivo y en directo). Ah, y que acabo de terminar de leer Othello, una tragedia de W. Shakespeare centrada en celos y traición. Es un libro rápido de leer (como suele pasar con las obras de teatro) y evoluciona a través de circunstancias que para nuestros días son irrisorias y es completamente inconcebible que pudieran despertar esa clase de reacciones en alguna época, sea cual fuera. Pero bueno, Shakespeare es uno de los pocos autores que me gusta leer con la idea de focalizarme en cómo dice las cosas más que en qué dice... dicho así pareciera que es el opuesto de un libro de biología... pero no es lo que quiero decir... o sí, interpreten como más les guste :)

Por lo pronto, empecé mi siguiente libro (es que cuando fui a Hamburgo los vendían tan baratos...): El Gran Gatsby. Veremos...

Esta semana viene agitada: martes y miércoles tengo un curso; jueves a la tarde hay un asado organizado por la facultad en la cual trabajo con motivo de algo que no sé qué es y poco me importa, hay carne y con eso alcanza; el jueves a la noche salgo para Londres y vuelvo el Lunes a la noche, así que hasta el martes que viene no esperen post. 10 días después estaré pisando suelo argentino.

Estoy contento por volver a ir a Londres. La última vez que fui fue en 1999 y me encantó. Probablemente, vuelva con muchos libros: la editorial de la cual compré los libros en Hamburgo es londinense, así que seguro van a estar más baratos.

Último comentario a la familia:
Esperar apesta. Más con incertídumbre que con certeza, pero mucho más aún con certeza y sin idea de plazos. Son tiempos de resignación y de prepararse para lo que se viene... Pero están cerca: aprovéchense, apóyense unos en otros, empújense para salir adelante. Sólo dios sabe cuánto daría por poder pasar por esto aunque sea un poco más abrazado. Los quiero mucho, a todos.